La amistad (del latín amicĭtas, por amicitĭa, de amicus, amigo, que deriva de amare, amar) es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.
La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes
grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las
personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes. Hay amistades
que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en
hacerlo.
Puede haber relaciones amistosas donde interviene una persona y otro
tipo de personalidad (ángeles, santos) o de una forma animal. Por
ejemplo, algunas personas catalogan como amistad a su relación con un perro,
no en vano a este último se le conoce como «el mejor amigo del hombre».
También se puede dar la amistad incluso entre dos o más animales de
especies distintas.
La amistad era una divinidad alegórica entre los griegos y romanos.
Las estatuas que la erigieron los primeros iban con un ropaje
abrochado, la cabeza desnuda y el pecho descubierto hasta el corazón, en
cuya dirección estaba la mano derecha; abrazando con la izquierda un olmo seco, alrededor del cual crecía una vid cargada de uvas.
Los romanos la representaban bajo el emblema de una hermosa joven
vestida sencillamente con un ropaje blanco, la mitad del cuerpo
descubierto, coronada de mirto entretejido de flores de granado y sobre la frente estas palabras: Invierno y Verano. En la franja de su túnica se leían estas otras: La Muerte y La Vida. Mostraba con la mano derecha su costado, abierto hasta el corazón con esta inscripción: De cerca y de lejos.
Pintaban también a la amistad con los pies desnudos, dando a entender
con esto que no hay incomodidad por grande que sea que no venza un
verdadero amigo en beneficio de otro. Puede simbolizarse también la
amistad heroica por medio de Teseo y de Pirito dándose la mano y jurándose unión en la eternidad.
La estatua de la amistad del P. Pablo Olivieri en Roma
es una mujer desnuda, con la mano sobre su pecho abierto con una
especie de incisión que manifiesta la sinceridad. No es cosa rara verla
con dos corazones encadenados en la mano y coronada la frente de flores
de granado, cuyo color de fuego, que no sufre alteración, es el símbolo
del ardor y de la constancia que la distingue para la vida en la
sociedad animal.
Cesare Ripa expresa la amistad pasajera por medio de una joven coronada de flores, símbolo de la adulación; tiene un nido de golondrinas y varios pájaros revoloteando alrededor de su cabeza, ceñida de una corona de flores de poca duración